domingo, 8 de junio de 2014

Historia de la República Dominicana 


Primeros pobladores: Todo tiene un comienzo y los países se forman por la acumulación de personas en un territorio el cual luchan por su defensa y en el cual comparten sus tradiciones y costumbres, he aquí los antecesores de los Tainos. 

Autor en: Dominican Republic "A tropical paradise"





Primeros pobladores de la isla de Santo Domingo


Los primeros pobladores de la isla de Santo Domingo pertenecían a grupos aborígenes provenientes de las cuencas de los ríos Orinoco, en Venezuela, y Xingú y Tapajos, en las Guyanas. Se fueron estableciendo a través de cuatro grandes oleadas migratorias:

•  Primera oleada migratoria: siboneyes, pueblos con una cultura de concha que habitaban a la orilla de ríos, pantanos, ensenadas y bahías. No tenían alfarería ni agricultura. Ocuparon algunas partes de la isla.

•  Segunda oleada migratoria: correspondiente al nivel arqueológico denominadoigneri , pertenecían al gran tronco arahuaco. Fueron los que más desarrollaron la alfarería.

•  Tercera oleada migratoria: fruto de la gran expansión arahuaca. A partir de este tercer gran grupo de población es que se comienza a originar un desarrollo cultural independiente de las tradiciones aborígenes continentales, formándose así la llamada cultura taína.

•  Cuarta oleada migratoria: caribes; también procedentes de la familia arahuaca, pero con características particulares. Eran grandes navegantes, bien ejercitados en el uso del arco y la flecha, antropófagos. Realizaban constantes incursiones en la parte oriental de la isla, asediando a los poblados taínos. Se mezclaron con los taínos dando lugar a los ciguayos, los cuales se situaron en las regiones que hoy se conocen como Samaná, Río San Juan, Cabrera y Nagua.

Hacia finales del siglo XV los taínos dominaban casi la totalidad de la isla.

Alimentación, Viviendas y alfarería 

Eran agricultores, pero también vivían de la caza y de la pesca. Cultivaban yuca, maíz, batata, lerén, maní, ají, yautía, piña y tabaco. Apreciaban mucho la carne de mamíferos roedores como jutías, quemíes y mohíes, además de cazar iguanas, culebras, cotorras, palomas y patos. Por medio de la pesca de mar y de río, se alimentaban de lisas, jureles, pargos, dorados, róbalos, dajaos, camarones, jaibas, lambí y manatíes, entre otros. Y se sabe que gustaban asimismo de comer gusanos, caracoles, murciélagos, arañas y otros insectos.

De la yuca elaboraban una especie de pan que llamaban cazabí (hoy casabe). Debido a su uso extendido entre los conquistadores españoles, dada la falta de harina de trigo, se le dio el título de “pan de las Indias”.

Estratificación social

•  Naborías. Se encontraban por debajo de la población común. Eran siervos que trabajaban para mantener la riqueza de las clases gobernantes o “principales” (caciques, nitaínos y behíques). Se piensa que eran descendientes de igneris que habían sido sometidos por las poblaciones que terminaron constituyendo la cultura taína.

•  Población común. Sus bienes eran colectivos.

•  Behíques. Integrantes del grupo de los principales, eran sacerdotes que actuaban como intermediarios entre los hombres y los dioses; también hacían de curanderos.

•  Nitaínos. Formaban parte del grupo de los principales; asistían a los caciques.

• Caciques. Jefes políticos, tenían a su mando una determinada jurisdicción o señorío territorial.

División política, familia y sucesión 

La población común era monógama; en cambio, la poligamia regía entre los caciques y nitaínos. Los hijos (en promedio, de tres a cinco) eran educados por sus padres y madres y por los ancianos del clan. El clan familiar era exógamo. La línea sucesoral iba de los padres a los hijos mayores, y, a falta de éstos, pasaba al hijo o a la hija mayor de la hermana del muerto.

Religión, mitos y ritos 

Sus creencias, mitos y pasado eran transmitidos oralmente a través de los cánticos bailados llamados areítos, en los que una persona principal recitaba las historias, repetidas en voz más alta por un coro que podía ser de mujeres, de hombres o mixto.

Uno de sus mitos relataba cómo el sol y la luna habían surgido de una cueva llamada Jovovava; otro contaba cómo el mar se creó al romperse una calabaza.

Efectuaban ritos religiosos para la curación de los enfermos. Antes de proceder al tratamiento, los behíques inhalaban tabaco y cohoba para vomitar y purificarse, y así ponerse en contacto con el cemí o dios que entonces decía lo que debían hacer.




























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