miércoles, 21 de enero de 2015


Es la patrona del pueblo dominicano: Su fiesta patronal es el 21 de enero y día festivo/no laborable en la República Dominicana donde muchos fieles devotos de la virgen van desde todo el territorio dominicano hacia su templo, la basílica de Higüey, en la provincia La Altagracia.





Nuestra Señora de la Altagracia o Virgen de la Altagracia es una advocación católica considerada como la madre protectora y espiritual del pueblo dominicano. Su fiesta patronal es el 21 de enero y día festivo/no laborable en la República Dominicana donde muchos fieles devotos de la virgen van desde todo el territorio dominicano hacia su templo la basílica de Higüey, en la provincia La Altagracia. Los dominicanos celebramos ese día gracias a la proteccion que nos da nuestra madre, nuestra protectora. como vemos en la República Dominicana la llamamos nuestra señora de la altagracia pero en otros paises la llaman de otras formas. Existen varias versiones sobre el origen y la llegada de Nuestra Señora de la Altagracia a la República Dominicana y el porqué de su veneración en el país. Esta devoción se inició en el país durante el período colonial, cuando los viajes de Cristóbal Colón, aunque también fue paseada por otras regiones del mundo. Un grupo de hombres españoles trajeron la foto a la isla, se colocó en una parroquia de Higuey, que luego fue ampliada y reconstruida nuevamente con la categoría de basílica por la iglesia católica y con capacidad para recibir una gran cantidad de personas que serian llamados como adoradores de la virgen de la Altagracia, el 21 de Enero se juntan millares de personas a ese lugar con fines de devoción peticiones y agradecimiento haciendo una larga fila para ver la imagen y adorarla, pedirle o agradecerle por unos segundos.

Versión 1: Algunos historiadores y párrocos de la Iglesia Católica mencionan que a partir del 12 de mayo de 1502 es llevado a cabo una parroquia en la Villa de Salvaleón de Higüey, bajo las órdenes del obispo de Santo Domingo García Padilla, ya que en esa época habían llegado a Higüey los hermanos Trejo: Alonso y Antonio, quienes habrían traído la imagen de la Virgen de la Altagracia al país; éstos provenían de Plasencia, localidad de la Comunidad Autónoma Extremadura, España; fue en Extremadura en la localidad de Siruela donde la virgen se le apareció a un agricultor sobre un árbol -de ahí su nombre- la más Alta Gracia venida de los cielos.

Versión 2: Otra versión es la del canónigo Luís Gerónimo de Alcocer, quién escribió acerca de la llegada de la Virgen a la colonia. En su relación de 1650, De Alcocer dice lo siguiente:

“La imagen milogrosa de nuestra Señora de Altagracia está en la villa de Higüey, como treinta lenguas de la Ciudad de Santo Domingo; son innumerables las misericordias que Dios Nuestro Señor a obrado y cada día obra con los que se encomiendan a su Santa imagen: consta que la trajeron a esta isla dos hidalgos naturales de Pacencia en Extremadura, nombrados Alonso y Antonio de Trejo que fueron de los primeros pobladores de esta isla, personas nobles como consta de una cédula del Rey Don Felipe Primero, año de 1506, en que encomienda al Gobernador de esta isla que los acomode

Otras versiones: Algunos historiadores dicen que la fiesta oficial de Nuestra Señora de la Altagracia es el 21 de enero porque para esa fecha se llevó a cabo la Batalla de la Sabana Real en la parte Este de la isla de Santo Domingo, donde el ejército español, encabezado por Antonio Miniel derrotó al ejército francés el 21 de enero de 1691.

También hay una versión que dice que los españoles le pidieron a la Virgen de la Altagracia que les ayudara a ganar la batalla, entonces estos ganaron y el 21 de enero realizaron una gran fiesta religiosa con motivo de veneración a la Altagracia, aunque su fiesta debería ser el 15 de agosto, debido a que en dicha fecha fue llevada la imagen de la Altagracia a la colonia.



La fecha del 21 de enero fue declarada como fiesta oficial religiosa por el poder eclesiástico de la Iglesia Católica, según una carta del arzobispo Isidoro Rodríguez Lorenzo, quién daba a conocer en 1692 como portavoz de la iglesia por primera vez la designación de una fecha como fiesta religiosa ante la autoridad eclesiástica aprobando como buena y válida la fiesta el 21 de enero. Aunque fue en la gestión de Monseñor Arturo de Meriño, arzobispo de Santo Domingo que se pidió a la Santa Sede la concesión de Oficio Divino y Misa Propia para el día de la Virgen de la Altagracia suplicando, además, que fuese como festividad de precepto el 21 de enero, ya que el 15 de agosto no se podía debido a que la Iglesia celebraba en esa fecha el Misterio de la Asunción de la Virgen de los Cielos.

En la República Dominicana fue aprobado por ley la declaración oficial del 21 de enero como no laborable, de fiesta nacional y religiosa en todo el territorio del país. Esto fue ejecutado durante el gobierno de Horacio Vásquez, quien era devoto de esta virgen.



Nuestra Señora de la Altagracia ha tenido el privilegio especial de haber sido coronada dos veces por las máximas autoridades de la Iglesia Católica, el Papa Pío XI y Juan Pablo II. Su primera coronación fue el 15 de agosto de 1922, cuando el pontífice Papa Pío XI se encontraba en la República Dominicana. Durante la primera visita del Papa Juan Pablo II el 25 de enero de 1979 bendijo el Santuario de la Altagracia (hoy Basílica de Higüey) y el 12 de octubre de 1992 en su segunda visita al país, el Papa Juan Pablo II coronó personalmente a la imagen de la Virgen de la Altagracia con una diadema de plata sobredorada.



La imagen de Nuestra Señora de la Altagracia representa la escena del Nacimiento de Jesús en el Pesebre de Belén, donde se destaca la maternidad de la Virgen. En el cuadro se encuentra la Estrella de Belén, la cual tiene ocho puntas y simboliza el cielo y tiene dos rayos extendiéndose hacia el pesebre, en el cual Dios está bendiciendo a su hijo Jesús. Por encima de la Virgen hay doce estrellas, la cual representan las tribus de Israel y, a la vez, los 12 Apóstoles de Jesús. Alrededor de María hay un resplandor, el cual puede ser encontrado con más detalle en Apocalipsis 12:1.

La Altagracia lleva una corona en su cabeza por ser la Reina del Cielo, y un velo sobre la cabeza porque está casada con José. Está vestida de rojo, blanco y azul, el rojo, según los expertos, lo lleva porque es un ser humano pulcro, el blanco por ser una mujer sin pecado concebido y el manto azul porque "el poder del Altísimo vendrá sobre ti" y porque ella es la reina de los cielos. Delante de la Madre se encuentra el Niño Jesús, desnudo, dormido sobre pajas y bien detrás está San José, vestido con una capa roja y una vela en su mano izquierda.

Lo primero que llama la atención, de quien la observa, es la figura de María en actitud de adoración: con sus manos unidas en forma de arco. Sobre su pecho se distingue una especie de rayo blanco (en forma de triángulo), expresión del nacimiento virginal de Jesús y que sube desde el pesebre, donde duerme el niño, hasta casi los hombros de la Madre.

El rostro de María se muestra sereno, con los ojos bajos, sin indicar ni seriedad ni tristeza, sino más bien alegría y paz, en una actitud de meditación. Su cabeza está cubierta con un velo azul oscuro que le llega hasta los hombros y con una corona de perlas, símbolo de su condición de reina, por ser la Madre del Rey y alrededor doce estrellas, que representan a la Iglesia Católica, fundada sobre los Doce Apóstoles. Detrás se destaca una gran estrella, la misma que acompañó a los Magos, para darles a conocer al Salvador. Su manto está salpicado de dieciséis pequeñas estrellas. Atrás hay una columna, señal de que estamos en un templo. La cueva es un templo porque allí habita Dios mismo: el niño Jesús.




El culto altagraciano se inició en Higüey y se fue extendiendo al paso de los años hasta convertirse en un culto nacional, y formar parte de la identidad de los dominicanos y la principal peregrinación del pueblo.

Según el historiador dominicano Alejandro Paulino Ramos, el culto altagraciano inició a mediados del siglo XVI en La Española tanto en el área de Santo Domingo como en la entonces villa de Higüey.

El historiador resalta el hecho de que el día principal de su culto era en ese momento el 15 de agosto, debido a que en dicha fecha fue traída la imagen de la Altagracia a la isla y que el mismo se debía celebrar en la ciudad del Este porque, de acuerdo con las tradiciones, era el lugar donde Dios quería que ella estuviese, aunque otros afirman que fue el lugar donde los Hermanos Trejos, se alojaron desde su llegada a la isla.




Existen diversos testimonios y leyendas acerca del origen de la Virgen de la Altagracia en la República Dominicana, uno de los testimonios más recientes es la publicación del libro de John Fleury, el cual tiene como nombre "Historia de Nuestra Señora, la Virgen de la Altagracia"; en este libro se afirma que las creencias o fe hacia la Virgen de la Altagracia no debe ser asentada en mitos y supersticiones, sino sobre hechos y datos que han sido comprobados por la Iglesia Católica.

Los franceses se habían apoderado de la isla Tortuga y de los territorios de la Isla Grande. Con el tiempo y debido a la imposibilidad de España para controlar esos territorios, los franceses se habían decidido por el control total de la isla de Santo Domingo, apoderándose de Santiago y otros territorios, provocando que el gobernador y capitán gral. Ignacio Caro organizara una columna al mando de Francisco Segura y Sandoval.

Se hicieron los preparativos militares en la Sabana Real, y utilizando el factor sorpresa, los españoles-dominicanos vencieron a los franceses, entonces estando los españoles en desventajas, y siendo la mayoría de los que formaban las milicias provenientes de las zonas de El Seybo e Higüey, estuvo presente la fe que profesaban en la Virgen de la Altagracia, pues ellos eran practicantes del culto altagraciano.

Antes de entrar en el combate temprano en la mañana, los españoles-dominicanos imploraron la ayudad de la Virgen de las Mercedes y la protección de la Señora de la Alta Gracia, para que por su gracia los ayudara a salir victoriosos.

Monseñor Juan Pepén en su libro "Dónde floreció el naranjo", cita el testimonio de Juan Elías Moscoso en 1907 que habla de un colonizador español que vivió hace más de tres siglos en la Villa de Higüey y se dedicaba a vender ganado, por lo que viajaba constantemente a la ciudad de Santo Domingo. Según Juan Pepén en su libro "El Padre", en unos de sus viajes a Santo Domingo, sus dos hijas le pidieron un encargo: su hija mayor le pidió que le comprara vestidos, cintas, encajes y otros accesorios femeninos; en cambio la hija menor solo le pidió que le llevara la imagen de la Virgen de la Altagracia, ya que ella la había visto en sueños. Para todos fue extraño, ya que nadie había escuchado hablar de tal Virgen. Cuando el padre de las niñas llega de regreso con los regalos de la hija mayor, le dio pena no haber conseguido la Virgen de la Altagracia para la Niña, a pesar de que la buscó por todos lados, pero no la encontró, incluso fue y preguntó a los Canónigos del Cabildo y al mismo Arzobispo, quienes le contestaron que no existía tal advocación.

Al pasar por la localidad Los Dos Ríos, se quedó a pasar la noche en la casa de un viejo amigo. Mientras cenaba con la familia, refirió el caso de la Virgen desconocida, manifestando el sentimiento de aparecerse en su casa sin llevar el encargo que le había hecho su hija predilecta.

Esa misma noche, un viejo que iba de paso pidió posada en la casa, entonces, el padre de La Niña, estaba hablando de la Virgen y el viejo dijo que él la tenía consigo, entonces el viejo sacó de su paquete el pergamino de la pintura de la Altagracia, y el viejo le dio la pintura de una preciosa imagen que era la de María adorando a un recién nacido que estaba en sus pies en una cuna. El padre de la niña, fue a buscar al viejo al llegar el día, pero lo más extraño fue que el viejo jamás volvió a aparecer.

Al llegar el hombre a la casa de sus hijas, le dio los respectivos regalos a sus hijas, y La Niña al pie del naranjo que aún se conserva a pesar de los siglos, mostró a los habitantes de la zona el día 21 de enero, su soñada imagen y, desde ese momento, quedó establecido el venerado culto de la Virgen de la Altagracia, confundida en sus principios con el nombre de la Virgen de la Niña.

Juan Pepén, también cuenta que La Niña recibió a su padre en el mismo lugar donde hoy se encuentra el antiguo santuario de Higüey y que allí, un 21 de enero, al pie de un naranjo mostró a quienes se encontraban presentes la imagen, estableciendo ese día el venerado culto de la Virgen de Altagracia.




  • 3 de cada 10 mujeres en República Dominicana lleva como nombre Altagracia, e incluso, anteriormente si una persona (ya sea varón o hembra) nacía sábado, se le ponía el nombre de Altagracia o si nacía en cualquier fecha de enero.
  • Según un estudio, revela que casi aproximadamente un 30% de la población dominicana visita cada año, durante el mes de Enero y en fecha de Cuaresma, Semana Santa, Corpus Christi y otras fechas de actividad religiosa, visitan el santuario de esta Virgen, el cual se encuentra en la ciudad de Higüey.
  • El nombre Altagracia fue dado porque lleva la gracia más alta, jamás otorgada a un ser humano, por ser la Madre del hijo de Dios.
  • El cuadro de la Virgen de la Altagracia es un ícono. No hay un elemento, un color ni una relación que no tenga su significado. También es uno de los pocos cuadros alrededor del mundo que está estampado en oro puro.
  • En Zapopan, Jalisco, se encuentra la única capilla en México dedicada a Nuestra Señora De Altagracia.
  • En 1922, el cineasta dominicano Francisco Arturo Palau realizó un documental llamado La leyenda de Nuestra Señora de Altagracia.



  • Patrona de La Altagracia, República Dominicana.
  • Patrona de la parroquia en Loma de Cabrera, República Dominicana.
  • Patrona del municipio de Loma de Castañuelas, Montecristi, República Dominicana.
  • Patrona del municipio de Villa Altagracia, República Dominicana.





    Los dominicanos son tan devotos a Nuestra Señora de la Altagracia que quien no tiene la suerte de visitar la basílica de Higuey o su parroquia opta desde comprar desde Souvenirs, Velones, calendarios, T-shirts todos con imágenes o fotos de la virgen para sino vestirlo entonces tenerlo en un rincón de su casa como muestra de su devoción a la virgen y de que esta no lo desampara. Esto conlleva a que los centros comerciales de diferentes lugares del país se abastezcan de estos productos especiales para ese día que sino son los únicos son los mas demandados desde su víspera.

    Las mujeres dominicanas en especial de la época dede los años 40 a los 80. Opta por la vieja tradición de tener un santuario en su casa por devoción a nuestra patrona aunque con el tiempo se irá perdiendo en algunos rincones del país por las nuevas costumbres de recientes generaciones. El transporte particular y comercial hacia la provincia de la Altagracia también aumenta por el gran flujo de personas no dando abasto en ocasiones debido a la gran demanda.

    Cabe resaltar que las autoridades de transito terrestre de la República Dominicana montan operativos de asistencia en las vías  de transito en los periodos de fiestas pascuas, semana santa y en la región este, además,  el día de la Altagracia. Sin lugar a dudas ha sido, es y será de los días mas resaltados del año desde diferentes puntos de vistas para el pueblo dominicano.



    Tradicionalmente el presidente de la Republica Dominicana, máxima figura del estado dominicano, acude a la basílica de Higuey, donde se le habilita un asiento en la primera fila principal para escuchar la homilía oficiada por la máxima autoridad de la iglesia católica, el cardenal, ó en su caso el obispo provincial cuyas oficinas y sede tienen lugar en la Basílica.

    Es importante resaltar que la iglesia católica tiene actividades ese día a nivel nacional en todas las parroquias con motivo de celebrarse este día por lo que la ausencia de una figura católica no la desliga de las actividades realizadas ese día en honor a la patrona del pueblo dominicano en los 48,000 km2 de la isla.

    También es importante recordar que de acuerdo al volumen de feligreses que acudan a las misas algunas iglesias optan por realizar mas de una ese día, tal es el caso de la basílica de Higuey donde cada dos horas se realiza una misa para complacer a una gran parte, ya que no se puede a todos aun con la gran capacidad de la basílica, de los feligreses que asisten de todas partes del país e incluso dominicanos del mundo a este santuario.













    La obra de la Basílica de Higüey o de Nuestra Señora de la Altagracia, fue construida por los arquitectos franceses André-Jacques Dunoyer de Segonzac y Pierre Dupré, los cuales fueron elegidos a través de un concurso internacional anunciado en 1947, pero se llevó a cabo en 1949, en la cual fue elegida la propuesta de los arquitectos ya mencionados.

    La Basílica fue construida para reemplazar un antiguo santuario, en donde apareció La Altagracia, el cual data de 1572. La Basílica se comenzó a construir en 1954, por órdenes del primer Obispo de Higüey, Monseñor Juan Félix Pepén, la cual duró 17 años para su construcción.

    El 21 de enero de 1971 es inaugurada la actual Basílica, a cargo del entonces Presidente Dr. Joaquín Balaguer. El 12 de octubre del mismo año, es declarada como Monumento Dominicano, y el 17 de octubre del mismo año el Papa Pablo VI la declara como Basílica Menor. Dos años después, el 15 de agosto de 1973 se convierte en Catedral de la Diócesis de Nuestra Señora de la Altagracia en Higüey, por mandato apostólico.

    La Basílica fue construida en el centro de la ciudad, con una estructura en forma de cruz latina, la puerta principal está hecha de bronce con un baño de oro de 24 kilates, además tiene un campanario de 45 campanas hechas de bronce cada una.

    Desde Roma, fue bendecida la Basílica por el mismo Papa Juan Pablo II y el 12 de octubre de 1992, en su segunda visita al país, el Papa Juan Pablo II coronó personalmente a la imagen de La Altagracia con una diadema de plata sobredorada, y también aprovecha la oportunidad para bendecir personalmente la Basílica y a todo el pueblo de República Dominicana.

    Hoy en día, es uno de los santuarios o templos religiosos del país y de Latinoamérica más visitado, no solo por los habitantes del país, sino también por muchos extranjeros. En la Basílica se encuentra la imagen de La Altagracia, la cual fue la primera evangelizadora de América y el Nuevo Mundo.

















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